La pelicula de Minecraft es una parodia de mal gusto
Primero, debo echar por tierra el hecho de considerar, apagar el cerebro cada vez que se intenta acceder a los bienes de consumo masivos culturales, ahora prácticamente puro blockbuster de lo que es un paso firme de las marcas para atraer, diversificar y centralizar a ciertos nichos de mercado. Estas son series, películas, libros, novelas, crónicas, juegos, mitos, etc. Cualquier recóndito lugar donde se pueda sacar un producto audiovisual, debe ser explotado y llevado a la pantalla. La industria cultural de nuevo en marcha. Esta tendencia no es nueva ni tampoco es que esté adentrándose en un proceso de decadencia después de diez años iniciada su tendencia. En términos económicos, apunta a todo lo contrario: hay pantallas en todo lado y mucho tiempo que rellenar; cualquier cosa parece bienvenida. Siendo así, cuando la necesidad de apagar el cerebro se vuelve vital para poder apreciar o acceder a una obra, pese a ser una tendencia que parece irreversible, se convierte en un gesto sumamente grotesco, aburrido y tonto, teniendo en cuenta que, si logramos hablar en términos masificados, tu largometraje cuenta con increíble presupuesto y tiempo para llegar donde está, es decir, la materialidad no es excusa para tu mediocridad o ramplonería porque de base partes con ventaja de que como mínimo, hay fondos y una gran posibilidad de ganancia, más con una cosa como Minecraft. En primer lugar, esto daría a pensar que algo así permitiría que la expresión y la creatividad de lo humano sea la regla en el mundo con la mayor cantidad de riqueza en la historia de la sociedad humana, pero es todo lo contrario. Ahora, lo menos es exigir un poco de respeto por el espectador y no tomarlo como un niño de dos años en proceso de formación de su yo-mundo sería lo mínimo que considero algo de celebrar. Que la buena parte de la actitud de una mayoría sea simplemente “tienes que apagar el cerebro para poder disfrutar la película” en cada nueva cinta es absurdamente irónico, se alaba una mediocridad y conformismo que en un futuro se repetirá de forma sincrónica en otros lares. Pero en el presente se sufren las consecuencias de una planeación tecnificada y fría a costa de la explotación de otros para el beneficio de pocos, mientras que sus nombres quedan grabados como héroes de una expedición a nuevas tierras. No puede ser que se tenga que apagar el cerebro para tener un mínimo de coherencia lógica, y si no es en nombre de la lógica, que sea en nombre del drama y un buen guion. Pero ni eso, sencillamente, caemos otra vez, en el punto más bajo de lo que es una película tremendamente generica.
Con esto no quiero decir tampoco que se magnifique la obra, puesto que entiendo que su prioridad es la mercantilización; sin embargo, existen casos donde sus creadores realmente quieren decir y transmitir algo. Gracias a esto, sumado al cariño, tiempo y un presupuesto, se podría decir que desde su tuétano dan para una tarea de la grossissement. El remate de esto es que existe una que se basa en otro videojuego. De lo que se trata es de encontrar en nombre de la decencia un punto medio en el cual se vea satisfecho el deseo del que quiere consumir, es decir, una absoluta mayoría, y del que quiere apreciar por el simple hecho de que realmente buscar conectar fibras o ampliar los horizontes. En ese caso, si la obra se basa en elementos como una mera nostalgia o referencias, cae simplemente en el campo de ser hecha para el consumo banal, hasta aquí en principio no habría problema para una receta de este tipo ya muchas veces repetida, empero, esta película en específico no solo se encuentra este elemento. Contamos además con otros que la vuelven insufrible. Como primera medida, la inmanente idea de individualidad pútrida de Hollywood pos años ochenta una vez más, recordándote a cada instante que la magia y la buena suerte sonríe a todo el mundo por igual, unos más iguales que otros vale aclarar, para que habrás tu portal a la aventura y logres empezar la nueva vida. Lo siento, pero esto está más que quemado a nivel de guion, y más cuando no has hecho de plano nada que logre llamar atención o si quiere intentar añadir algo de tu propia visión. Otro para mencionar, un sentimentalismo seco que me impide empatizar con algún personaje. La carga cómica de todos cuando se juntan es simplemente imposible de digerir, pesado y áspero es como podría decirlo. Esto también se suma a que la idea detrás de esta película en particular pareciera hecha por un señor totalmente rezagado del mundo de los videojuegos y los ve como una cosa simplemente hecha para niños, sin un mínimo ápice de apreciación y de la potencialidad que esto significa. Incluso, cuando un niño está en la construcción de la visión primigenia de su mundo, es capaz de dotarlo de vida aún mucho más rica e interesante que la premisa que acompaña esta cosa. Donde literalmente es una reducción al absurdo, consecuentemente llevada a un final donde el espectador se supone que aplauda. La ventaja de nostalgia intenta ser por partida doble: juegos retro, en principio para los mayores, y luego un videojuego nuevo para los más jóvenes, pero no logra en sí hablar bien de ninguna de las dos o siquiera llegar a tener sentido dentro de este mundo ficticio. Es como la simplificación más severa: “Juego A - 1985” + “Juego B - 2009”, ¡Ya tenemos una película lista! Pero tal vez con el final más insípido que alguien puede hacer.
Y por último, tal vez por lo que esta película en sí esté hablando, es el fenómeno cultural que en sí está detrás de él y que mencione anteriormente, una generación que creció con un juego tenía todo el derecho de recibir algo mejor, en lugar de un gran pastel de mediocridad que tan solo sirve para convertirse en otro meme andante hasta que llegue la siguiente tendencia. Eso y con lo que significa el juego para muchas personas, hubiera sido mejor ser tenido en cuenta para no haber creado esta aberración que solo buscar lucrar con un nombre y que no siente pasión ni nada por lo que significa. A duras penas se podría decir que esto llegó a película, mejor hablar de una parodia que en principio debería disgustar a todo el que conoce este juego y siente mínimo aprecio por él. Es una burla constante para el que conoce dicho mundo, sabe de sus casi infinitas posibilidades y de las amistades y juegos que se vivieron allí. Sería buena la parodia, en tanto usará algún artilugio para reír o reflexionar, incluso una crítica desde este mundo hubiera sido lanzada, pero es que de base parte de la premisa de que TODO el mundo es estúpido y que se debe aplaudir como focas al momento de ver un zombi encima de un pollo. Es de mal gusto porque no representa nada, pero intenta hacerlo, y como beneplácito dice: ¡Sí, yo soy Steve y sé quién soy! Al final, el meme perdurará y la imposibilidad de ver algo a la altura de lo que se espera se esfuma de nuevo.